Prólogo
En este VIII Encuentro Internacional Acampa por la Paz y el Derecho a Refugio queremos abordar la delicada situación de la infancia y la juventud, especialmente aquella que por diferentes motivos se ve obligada a desplazarse y a solicitar refugio.
Alarmantes los datos de ACNUR del año 2023, que fijan la cifra de desplazados forzosos por violaciones de DD.HH. por encima de los 114 millones de personas. La mitad de la población refugiada en el mundo a causa de las guerras, crisis climática, desastres naturales, hambre y violencias de toda índole son niños y niñas menores de dieciocho años. Esto es, una infancia vulnerable constantemente en tránsito. En muchas ocasiones llegan sin familia, o la pierden en el proceso migratorio, están enfermos, en shock emocional, son criminalizados, tienen que renunciar durante años a su derecho a ir la escuela, a aprender, a acceder a la sanidad, a la cultura…en definitiva, a crecer como les correspondería.
Los peligros se multiplican exponencialmente. Las organizaciones humanitarias que trabajan con la infancia y la juventud alertan de los riesgos crecientes en esos escenarios sin control: secuestros, explotación sexual, tráfico de órganos, el deterioro de la salud mental y física…
Miles de niños y niñas son asesinados ante los ojos de la comunidad internacional. En la Franja de Gaza llevamos meses asistiendo, atónitos, a la masacre que Israel está practicando sobre el pueblo palestino, sembrando de niños y niñas muertos y huérfanos todo el territorio. Pero no es solo Gaza. Cincuenta conflictos están activos actualmente en el mundo y en ellos la propia existencia o los derechos esenciales de su infancia y juventud están siendo permanentemente amenazados: Yemen, Sudán del Sur, Mali, República Democrática del Congo, Ucrania…
La Red Acampa por la Paz y el Derecho a Refugio quiere ser altavoz para la reivindicación colectiva que exija acciones urgentes y necesarias, a nivel internacional, que minimicen el daño y faciliten la incorporación de la infancia y la juventud, lo antes posible, a una vida digna, respetuosa y saludable, a la que tienen derecho independientemente de su origen… Cada día vemos como los menores no acompañados se convierten en moneda de cambio, en piedra de toque, en un problema que dentro de cada país receptor nadie quiere resolver seriamente por medio de políticas públicas necesarias y urgentes.
Como sociedad debemos exigir a los gobiernos que garanticen una legislación específica que asegure la protección de los derechos de la infancia y la adolescencia, en el marco legal y regulatorio de los Derechos Humanos. No podemos permitir las devoluciones ilegales (en caliente) o la externalización de fronteras pagando con nuestros impuestos a gobiernos antidemocráticos y matones que violan los Derechos Humanos a diario.
Acampa en Galicia y Brasil considera fundamental llevar esta discusión al ámbito internacional, ya que esta población de menores refugiados está comenzando sus vidas y necesita ser acogida e integrada, requiriendo de toda la justicia social, jurídica y política a su favor.
Acampa por la Paz prioriza la reflexión, el aprendizaje y el conocimiento de la población local allá donde opera para que sea esta la que busque el camino integrador en el marco del Estado de Derecho y la Justicia Social. Para que lo haga, además, independientemente de la clase social, raza, género, credo, cultura o edad del que llega; sin negar al diferente, abrazando la pluralidad sin violencia, xenofobia u odio, en la construcción permanente de la paz.
El objetivo de este VIII Encuentro Internacional —que celebramos en junio en A Coruña (Galicia-España) y en octubre en Piracicaba (São Paulo-Brasil)— no es otro que abrir un amplio debate sobre las causas que provocan la situación de vulnerabilidad de la infancia desplazada forzosamente, así sobre cómo se habrá de abordar su proceso de acogimiento e integración local teniendo seguridad jurídica y todas las políticas públicas y los derechos fundamentales como marco.
El hecho cierto es que cada vez nos enfrentamos a un aumento mayor de las desigualdades, resultado de las transformaciones sociales, económicas y políticas del capitalismo contemporáneo, que agravaron la «cuestión social» y sus manifestaciones, excretando cada vez a más personas hacia una situación de necesario refugio. Sin olvidar, además, que este reto emerge en un momento complejo, como bien aborda Yanis Varoufakis, economista y ex ministro de finanzas griego, al asegurar que “el capitalismo murió devorado por el propio capitalismo, abriéndose un nuevo mundo tecnofeudal donde las grandes plataformas tecnológicas son las que dominan la economía global porque manejan los datos, la información, y por tanto tienen el control sobre los individuos. La concentración de poder en manos de unas pocas empresas, muy similar a la del feudalismo en la Edad Media, hace que los estados pinten muy poco”. Un problema global que impactará especialmente en la infancia y la juventud vulnerable.
En este contexto, desde Acampa por la Paz apostamos por la unidad como la única fórmula eficaz de enfrentarnos a estos retos, con la seguridad de que tarde o temprano las sociedades del mundo despertarán, por su propia supervivencia, con la fuerza capaz de cambiar el rumbo de un planeta que hoy navega a la deriva.
